


Hay días en los que me gustaría salir a la calle y que un hombre se me arrime lo bastante y pueda sentir mis nalguitas firmes y empiece a meter sus manos y de pronto ya nos estemos besando como si ya nos conociéramos y terminará metiendo la mano en mi panocha, me lleve al hotel y se quede bien pegado a mi vaginita, yo lo apretaria delicioso para que su pene se quede ahí dentro entre mis piernas.