

Nos veíamos a menudo, eras mi vecino de enfrente. Nuestras casas estaban conectadas a través de un balcón. Sabíamos a lo que íbamos, yo a tener sexo duro contigo, tú a seguir necesitando de mi, necesitabas mi aroma, mi olor, el contacto de mi piel contra tu cuerpo desnudo.